Aunque la vida te trate mal; tú siempre sonríe.
- Darlin Herrera
- 12 mar 2017
- 3 Min. de lectura

He escuchado muchas veces: “Mi vida no ha sido fácil; no he tenido ningún final feliz, no tengo los tenis de marca, no tengo el mejor teléfono, no tengo el pantalón que quiero, me siento solo/sola no tengo pareja, mas yo sigo luchando por cambiar mi vida.” Así entre otros comentarios negativos acerca de este bello y hermoso regalo, un viaje que hemos emprendido como lo es LA VIDA; un dibujo que debes pintarlo a tu gusto; claro con los mejores y resplandecientes colores como ser: el amor, la paz, la solidaridad, la sonrisa, la paciencia, la humildad, el respeto, la fraternidad, el perdón, etc. porque es por lo eres, es por lo que transmites ahí está tu magia. Pudiendo decir: sonreiré, aunque no me den motivos. Haciendo énfasis en unas de mis frases favoritas “Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer las mariposas.” (Antoine de Saint-Exupery en su libro El Principito). Porque nada podrá hacerme una persona amargada… Pues mi felicidad está dentro de mí, claro la felicidad está en tus manos; la felicidad es apreciar las pequeñas cosas de la vida, no te pongas mal cuando alguien hable mal de ti, recuerda que la gente exitosa es criticada por gente envidiosa.
Pues quizá sientes que la vida no te hado lo suficiente como que para que puedas sentirte feliz. Y tal vez piensas que la vida te castiga por un motivo u otro… pero no es así; tienes que aprender a ser feliz con lo que tienes y no tienes. Mírate al espejo, pese a todo lo malo que te parezca ver en ti mismo/misma, en tu rostro si hay belleza, esboza una sonrisa y mira cómo se ponen tus ojitos de contentos; solo con una pequeña sonrisa, incluso quizá forzada notaras como cada parte de tu cuerpo reacciona a la felicidad; y es que así es la vida: si te sientes contento/contenta, todo tu cuerpo lo nota y responde positivamente ante este sentimiento de felicidad, tu piel resplandece, tus ojos se llenan de ese algo que a los demás les gusta y les hace voltear la mirada para verte. Se esa persona positiva, que con su sonrisa siempre da buen resplandor, una persona que se nota feliz. Muchas veces llevamos muchos problemas por dentro, tantos problemas que hasta la piel lo nota y se vuelve opaca, nuestra mirada se queda triste y nuestros labios permanecen rígidos y no nos sienten bien. ¿Qué puede ser más importante que amarte, consentirte y cuidarte ti mismo/misma? ¡NADA! Nada es más importante; emplea tu tiempo libre solamente en las cosas que verdaderamente te gustan y te llenan de paz: un buen libro, escuchar música, ir al gimnasio,
compartir con tu familia o amigos, ir a la playa, ir al cine, pintar o dibujar, contemplar la naturaleza o tomar tu siesta… tantas cosas que consiguen hacerte sentir bien, desconectarte y relajarte; no dejes que este mundo desequilibrado te haga desvariar. ¡Todo lo contrario! “Nosotros/nosotras los que pensamos diferentes somos considerados locos en un mundo lleno de cuerdos hostiles” (Diego Blassio).
Muéstrate fuerte, con seguridad, felicidad y plenitud personal, nunca te rindas a veces la última llave, es la que abre la puerta, que la vida no te envuelva en el estrés, no te dejes enredar en situaciones que te hagan sentir fuera de ti, contempla tu entorno, observa tu bello interior y date cuenta que no eres un/una cualquiera, eres único/única y especial… y ahora sonríe. Y eso… eso te hará renacer la vida; motivo por el cual aunque la vida te trate mal; tu siempre sonríe, deja que tu sonrisa cambie el mundo; pero no dejes que el mundo cambie tu sonrisa, podríamos decir que la vida es como una cámara; enfócate solo en lo que es más importante, captura los buenos momentos, saca de lo negativo un aprendizaje revelado; y si las cosas no salen como esperabas intenta una nueva toma.
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